LOS LUNES AL SOL: “Agradezco ser mujer”

AMPARO PANADERO
Agradezco que me digan que soy irracional, porque la razón ha conducido a los peores actos de barbarie. Estoy feliz de que me hayan excluido del campo de batalla, porque la muerte no me es indiferente. Estoy feliz de haber sido excluida del poder, porque lejos del poder me alejo de la ambición y la codicia. Me agrada que me digan que carezco de lógica, porque entonces puedo crear una lógica menos fría y más vital. Me gusta que me llamen bruja, porque entonces puedo cambiar la dirección de los vientos a mi favor. Pero lo que más me gusta y lo que me hace más feliz, es que me digan loca, porque entonces ninguna libertad me será negada….

Son frases del poema Agradezco Ser Mujer de la escritora chilena-costarricense Tatiana Lobo Wiehoff. Estas palabras abrieron el concierto del 25-N de Cristina del Valle en Benicàssim, acompañada espléndidamente por Bárbara Breva y Lola Bou. Música y contenido emocional, social y muy reivindicativo. Usar el arte para transmitir la rabia y la solidaridad con las mujeres que sufren en el mundo es un buen instrumento de lucha. Como lo somos los medios de comunicación.

Este artículo llega una semana después de del Día Internacional contra la Violencia de Género. Mejor, porque esta lacra precisa denuncias cada día del año. En el concierto de Benicàssim, estaba Virginia, madre de Cristina, que sufrió en los años setenta esta violencia. Tuvo que huir de Asturias con tres niñas pequeñas. Valencia fue su refugio y en aquellos tiempos difíciles tuvo coraje para salir adelante y, además, ayudar a otras mujeres maltratadas.

Es la lucha que no cesa. Una violencia que llena de dolor e indignación los corazones de la sociedad que nos habita. Malos tratos físicos enmarcados en una rutina que permite otro tipo de violencia, social y psicológica. El micromachismo. Acciones que se ejercen con sutileza, subliminales, pero mucho más perversas. Son acciones consentidas, bendecidas por la sociedad, y practicadas habitualmente, minando la autoestima femenina, convirtiendo en invisibles a las mujeres. Pese a ser iguales, aún sufrimos la desigualdad. Pese a contar con una de las leyes más avanzadas contra la Violencia de Género, su puesta en práctica choca de frente con mentalidades machistas que siguen machacando los roles de una sociedad que, al parecer, le interesa este tipo de situaciones.

PUBLICADO EN PERIÓDICO MEDITERRÁNEO
LUNES 30 NOVIEMBRE 2009

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