LOS LUNES AL SOL | Palestina, en medio de la nada

AMPARO PANADERO

Amanece en Belén, y lo hace con una gama de colores violeta que recorre el cielo y la tierra grises. La bruma cubre Cisjordania, territorio que este pasado fin de semana ha guardado en silencio el dolor y la rabia de nuevos asesinatos. La muerte se pega a la piel como la humedad en este pequeño país. Es difícil reconocer las informaciones oficiales del Gobierno de Israel cuando habla de dirigentes de Al Fatah y Hamas y de terroristas “muy buscados”, porque después de conocer varios pueblos y campos de refugiados, compruebas que allí solo existe y se desarrolla la pobreza, el hambre, el desempleo, junto a la extrema vigilancia de los soldados israelíes.
Decirles que aquí la información es muy confusa, y explicar que un colono es el integrante de un asentamiento ilegal creado por Israel en el ya mermado territorio ocupado de Palestina. Ahora, las expropiaciones de tierras fértiles palestinas para ser entregadas a colonos (inmigrantes judíos de todo el mundo) es la nueva forma de presión que crece. Primero, el día de Navidad, fue asesinado un colono en una acción bastante confusa. “En una emboscada”, circunstancia e información que ha sido la versión oficial pero que entre periodistas palestinos se ponía en “cuarentena”.
Tres palestinos asesinados en Nablus. Este lugar, conocido por la “ciudad fantasma”, está situado en el norte de Cisjordania, en un valle, y desde hace más de una década es un núcleo sitiado por el Ejército israelí. Sus habitantes no pueden salir del cerco, del muro que rodea la población. Desde las colinas que circunvalan Nablus siempre hay retenes militares de guardia. Y cuentan que las incursiones violentas de soldados son diarias. Los tres palestinos asesinados no tuvieron tiempo ni de mostrar sus documentos. Y murieron en sus casas, delante de sus familias.
Tres palestinos asesinados en Gaza. Esta zona palestina fue bombardeada hace un año, y desde entonces es zona de extrema vigilancia, controlada, cerrada y acosada. El nivel de pobreza es tan alto como lo es la violación de los derechos humanos. Miles de personas sufren en esta parte del fraccionado mapa palestino. Si empleo, sin recursos naturales, sin libre circulación por el territorio, sin libre acceso de productos, y con muy deficientes infraestructuras, servicios sanitarios y servicios de electricidad y agua potable. Son los pueblos asfixiados, los más débiles e indefensos. Son los que parecen ser la diana más fácil para las balas israelíes.
La Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género regresa hoy de un nuevo viaje a Palestina. Como desde hace años, esta organización ha pasado la Navidad conociendo de cerca el transcurrir de la realidad palestina para reivindicar la constitución de un estado libre y para apoyar a las mujeres en esta lucha que no cesa. Junto a la Plataforma viajaban numerosas organizaciones españolas de cooperación y solidaridad, como es la Fundación Isonomía de la UJI. En ese espacio de encuentro prevalece el deseo unánime de alcanzar una solución pacífica al conflicto, a todos los conflictos. Ojala.
Pero, cuando sales de Palestina y atraviesas el muro de hormigón que cerca Belén, la esperanza empequeñece y te aprieta el corazón. Sientes, entre muro y muro, entre tanto control armado, tanta humillación y vejaciones, tanta ignominia, que Palestina despierta cada día en medio de la nada.

PUBLICADO (reducido) EN PERIÓDICO MEDITERRÁNEO EL LUNES 28 DE DICIEMBRE 2009

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1 comentari

  1. Siempre tan clara y concisa en tus escritos.
    Agradezco que nos recuerdes la dura realidad en que vive esta tierra. Espero que vuestra experiencia, nos sirva para solidarizarnos con el Pueblo Palestino y que los medios de comunicación transmitan esta realidad. Tal y como dices, ojala, algun dia se solucione este conflicto.