LOS LUNES AL SOL: “…y Carvalho descubrió els flaons”

AMPARO PANADERO

…Beser les daba a picar migas de pan fritas con chorizo y butifarras de sangre de Morella. Sacó una garrafa de vino de Aragón, y los vasos parecían una cadena de cubos de agua en el trance de apagar un incendio. Fuster había traído del coche una caja de cartón aceitosa… Curioseó Beser el contenido y gritó: ¡Flaons! ¿Tú has hecho esto por mí, Enric? Se abrazaron como dos paisanos que se encuentran en el Polo y explicaron al avinado Carvalho que los flaons son el escalón superior de los pastissets dels Països Catalans. En Los Mares del Sur, Vázquez Montalbán escribía sobre su amigo Sergio Beser, “setenta y ocho kilos de mala leche pelirroja”. Ahora Beser se fue como lo hizo MVM. Seguro que se han citado para comer en Casa Leopoldo, en el Raval, tomando antes un martini seco en Can Boadas, “para templar el cerebro más que el corazón”.

Beser está de vacaciones, como decía Ovidi Montllor, hacia otros mares, quizá, a ese mar que desde Vallivana declamaba achicando su grandeza porque no llegaba a Morella. O quizá acompañó a su amigo José Agustín Goytisolo a buscar un mundo al revés. Beser también ha podido irse a Vetusta, siguiendo a ese corazón trancado y la boca llena de sapos de Ana Ozores, o pasar por la Plaza de Pontejos, en Madrid, siguiendo a Fortunata y Jacinta. Es el que más sabe en el mundo de Clarín y de Galdós. En la puerta de su departamento de Literatura Española de la UAB colgaba un folio que rezaba “El Siglo pasado es el XIX”. Así es y será. Porque, de tanto en tanto la tierra produce un sabio, dijo también de él Vázquez Montalbán. Y, junto a la partida de Sergio, además, el sueco comisario Kurt Wallander sufre alzhéimer. Qué cosas tiene el destino.

No tengo espacio para hablar de su investigación literaria, su prestigio y estima como profesor, de su compromiso con la ética y la política de izquierdas, con el Barça, de sus principios y valores, de su lealtad y ternura, de su sonrisa, de su amistad… En este largo viaje, Beser se lleva en su corazón (que era cálido y de colores como una gran manta morellana) a su gente, a Andreu, a Amparo, a todos sus amigos. Le lloran Javier Cercas, Carme Riera, Anna Sallés, Almudena Grandes, los hermanos Blecua, los hermanos Nadal, Quim Marcos, Enric Fuster, Manuel Aznar… Y, sobre todo, la gente de Morella, su pueblo, el paisaje, las montañas de piedra, su infancia en el Mas del Peiró, en la cima de Sant Marc, tocando el cielo de la tierra.

24 enero 2010
PUBLICADO EN MEDITERRÁNEO, LUNES 25 DE ENERO 2010

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