LOS LUNES AL SOL: “La soledad de hoy”

AMPARO PANADERO
Para muchos de nuestros vecinos, para muchas de nosotras hoy, tras la lejanía de la tempestad perfecta, surge el sol que demasiados días no es sinónimo de luz.

El paro es el retrato de la angustia. Viaja sólo, en segunda, agazapado en la memoria de un viejo tren que paraba en todas las estaciones y vomitaba un ruido ensordecedor mientras desde la ventana se veía pasar un mundo tan diferente como inalcanzable.

Levantarse sin saber el horizonte del día es la peor agenda imaginable. Es como la libertad de la cárcel, puedes pensar lo que quieras: ése es el límite. Más de 60.000 entre nostras y nosotros andamos vagando en los caminos solitarios del imaginario entre voces clamando por el sueño que la Constitución proclama posible.

Al final la culpa la tendremos los de siempre. Padecemos el dislate de la tormenta perfecta que organizaron el maridaje entre lo inmobiliario y lo financiero. Se lo oí este fin de semana a Cándido Méndez, un trabajador honesto que camina tan rápido para pensar argumentos vitamínicos en la vigorización del sindicalismo del nuevo siglo. Los hacedores intelectuales del desastre quieren echar un bidón de gasolina sobre las causas de la new depression, prenderle fuego y reinventar los rasgos más caducos del sistema. Se hicieron muy ricos, nos hicieron más pobres y su paso por el confesionario fue tan veloz como hipócrita.

Esta mañana vas pisando el asfalto de la carretera hacia Borriol, o los paisajes del Caminàs, o los senderos de tu pueblo y vas maldiciendo por qué demonios te ha tocado a ti, pero sabes que tienes tu esperanza – y la hay-, que la única hipoteca insalvable es la resignación.

En el fondo, no estás tan mal. Este mes tu cuenta corriente no dista mucho de la del president de la Generalitat. Estás viva y piensas. No, no estás tan mal.

PUBLICADO EN MEDITERRÁNEO
LUNES 1 MARZO 2010

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