LOS LUNES AL SOL: “Tierra de ilusiones”


AMPARO PANADERO

Mañana abrimos semana intensa, extensa, y de colores. Una huelga general es herramienta básica de democracia. Sobre su seguimiento, hay de todo. Abanico de previsiones y de análisis visionarios. Depende de los diversis criterios políticos, sindicalistas, empresariales, mediáticos. Así será. Mientras, en este pequeño país castellonense seguimos construyendo castillos en el aire. Un señor vestido de negro sigue tramando pautas y burocracias para ralentizar lo inevitable, su imputación de varias causas y en delitos fiscales. Y, encima, es vitoreado y coreada su acción por representantes de instituciones pública, que tiene delito la cosa. La ‘cosa nostra’, que así ha sido, así es y así será mientras no reaccionen la ciudadanía en las urnas y el resto de la clase política.

Se nos viene encima un otoño bien caliente, atizado por medios de comunicación especialistas en hacer mucho ruido, en provocar y en fabricar mensajes estridentes, ideologías radicales de mercado y figurantes analistas de la realidad. Y la gente se deja narcotizar. Quizás por cansancio, desasosiego. Avanza el siglo XXI y acá ni crece ni se desarrolla un mundo diferente. Retrocedemos, regresamos a discursos intolerantes, discriminatorios, clasistas, machistas, xenófobos, provocando odios, codicia, avaricia, sobervia, violencia. Universo volcánico que bien podría servirnos de catarsis, de purificación y liberación de tanto elemento nocivo engullido.

No hace falta viajar por el espacio mediático nacional, desde casa vivimos el acoso de una televisión autonómica, la barbarie política de quienes nos gobiernan. Esta semana, además, se han confirmado las intenciones y objetivos de un proyecto que es la marca del PP en Castellón. Mundo Ilusión, sacado de la chistera de ‘el señor’ del Palacio de la Plaza de las Aulas, ha sido disuelto desde Valencia, pero su virtual existencia ha dejado llenas las arcas de varias firmas empresariales y particulares. Más de cuatro millones de euros que producen pavor y rabia. Calculen ustedes con detenimiento este despilfarro, y esta cadena de despropósitos. No podemos seguir viviendo de mentiras. Hay que levantar la cabeza, por dignidad y responsabilidad ciudadana.

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