LOS LUNES AL SOL: “Dos velocidades”
AMPARO PANADERO
Mientras escribo desde el AVE Barcelona-Zaragoza-Madrid, pienso en el nuevo y flamante servicio que une Castellón con la capital del estado en tres horas. Avance que nos acerca, nos comunica con territorios deseados y acorta las distancias del Mediterráneo, aunque desde el norte castellonense nos sea más cómodo subirnos al tren más cercano. Llegaremos a Castellón en tres horas, desde Madrid, pero para desplazarnos al norte, por ejemplo, necesitamos varias horas más para combinar autobuses Cercanías. Pero, aún así, bienvenido este tren veloz y necesario que va a cambiar conceptos y transporte.
Y, por tierra, además, no veremos, como por aire, la efigie del aeropuerto. Esos 300.000 euros, o más, que cuesta. Pueden sacar las cuentas de los servicios públicos a mejorar y priorizar con ese dinero. Me gustaría que Castellón fuera noticia nacional por otras historias y no siempre por este personaje vestido de negro que traslada opulencia, caciquismo y vodevil a los telediarios. No merecemos esta publicidad. Esto no hace nada de gracia, es un asunto grave y serio.
Del AVE paso a un avión para llegar a Tel Aviv. Navidades en Palestina, en Hebrón, Jerusalén, Ramallah, Beit Sahur, y en campos de refugiados. Navidades cercadas por el terrible muro de la vergüenza y por el otro muro de los asentamientos ilegales de colonos. Navidades vacías de la tan manida misericordia, vacías de justicia y de paz. Y de libertad.Un año más en medio de la nada. La música castellonense, valenciana, va a ser mensaje de paz en las calles palestinas. El arte, la palabra, como arma de lucha. Jóvenes músicas de la Federación de Sociedades Musicales de la CV viajan junto a la Plataforma de Mujeres Artistas. Es su primera experiencia en los Territorios Ocupados. Abrirán sus ojos y atraparán en la mirada, en sus corazones, la tristeza de un pueblo cansado. Hombres, mujeres, niñas y niños con una realidad y unos sueños que se estrellan cada día a los pies de un enorme muro gris.
Por unos días pintaremos ese muro de colores, llenaremos de música los espacios silenciosos. Pero seguirá siendo un espejismo.
