LOS LUNES AL SOL: “La calle”
Amparo Panadero
Vinaròs ha vivido otro exitoso Carnaval, fiesta que sigue fijando la marca vinarocense en el calendario de eventos de este país. Mientras, al sur, en Sevilla, se ha vivido otro desfile de comparsas y chirigotas con la puesta en escena del congreso nacional del PP, donde sus dirigentes valencianos, castellonenses y alicantinos han sido diluidos en este mapa del poder absoluto. Además, Rajoy ha puesto sobre la mesa un contundente código ético que, desde luego, no va a servir de nuevo billete de lotería premiada para el PP castellonense. De hecho, Sevilla registró el malestar de compromisarios de esta tierra cuando Alberto Fabra defendía este reglamento o manual de buenas prácticas políticas que pone en tela de juicio al otro Fabra.
Si desde Sevilla se ofrecían más glorias a España, en Castellón seguimos vendiendo reclamo informativo. El aeropuerto sin aviones se hizo mal y Fabra lo sabía. No han sido suficientes los 150 millones de euros para una infraestructura defectuosa. Demoler parte de la pista y volver a construir, y exigir, de nuevo, responsabilidades a quien corresponda.
En tiempos como estos, que nos están machacando, no podemos tolerar tanta indolencia. No podemos callarnos ante la brutal violencia que recibieron los estudiantes en Valencia. La represión policial de las protestas contra los recortes de la Generalitat ha sumado 17 personas detenidas, muchas menores de edad, y decenas de heridos. Son las cifras de la vergüenza y alguien, también, tiene que dar explicaciones y asumir responsabilidades. Porque esto es solo el comienzo de unas movilizaciones justas y necesarias. Y de un derecho ciudadano.
Ha prendido la mecha y la calle es nuestra. De nadie más. Y en este espacio plural para la libertad de expresión nos sobran los motivos. Volem TV3. Más de 10.000 personas salieron el sábado a la calle para reclamar la legalización de la emisiones y rechazar de pleno la política económica y cultural del PP. Como las otras miles de personas que ayer dijeron “no” a una reforma laboral que recorta los derechos de los trabajadores. Aún nos queda la palabra, que escribiera Blas de Otero.
