LOS LUNES AL SOL: “Rescate”

Amparo Panadero . 11 de juny de 2012 .
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Y se fue al futbol porque todo ha quedado atado y bien atado. Él solo ha resuelto el problema y, en medio de la normalidad más absoluta, el presidente del Gobierno se fue al fútbol y, encima, tuvo que perderse un partido de tenis.

La solemnidad del salón de Tapices de la Moncloa no ha servido de escudo a este notario de un relato que no coincide con el devenir social, ni con la unanimidad política, económica y mediática de Europa. Rajoy no llamó a las cosas por su nombre ni reconoció lo que ya sabemos, y sufrimos, desde hace tiempo. Es un rescate y, además, un secuestro y una estafa en toda regla para los sueños ciudadanos. Y Rajoy, perdido en su laberinto verbal, nos regaña y nos recuerda que quien avisa no es traidor, regresando a sus advertencias que hoy no son más que el lastre de su inoperancia y, sobre todo, la marca de la mentira.

Todo ha sucedido según lo previsto, explicó el presidente del Gobierno con un triunfalismo impúdico y esa media sonrisa de quien se frota las manos y se aleja del primer escenario del debate público. Porque ya lo dijo en una cena, siendo ministro de Interior, cuando hay problemas, lo recomendable es irse. Lo explicaba ayer en la cadena SER el periodista morellano Josep Martí Gómez, quien compartió hace años mesa con Mariano Rajoy quien, envuelto en el humo de su cohíba, dijo que ante un problema lo mejor es “irse por ahí”. También recordó Martí Gómez la reiterada frase de Rajoy de que en un mundo que evoluciona, un político no puede convertirse en estatua de sal.

Y por ahí se ha ido el presidente de este país cuando dijo ayer que hemos ganado en credibilidad con esta fabulosa “línea de crédito” que vamos a recibir, sin saber siquiera a cuanto asciende y de qué manera nos van a castigar de nuevo. Sin que Rajoy pusiera en su sitio a los banqueros, los señores también vestidos de negro que, como el ex ministro Rato, se han blindado la vida a costa de una sociedad vapuleada.

Nos sobran las preguntas y los motivos. Si hay rescate para la banca, que sea rescatada también la sanidad y la educación públicas, los servicios sociales. Que haya rescate para las desigualdades y la pobreza, cuanta indignación provoca que quienes nos han llevado al fondo del pozo ciego sean ahora quienes gestionen el futuro de varias generaciones de españolas y españoles. Y Rajoy tenía prisa por irse.

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